Hostal Moliné ha sido un verdadero hallazgo. Comidas caseras con productos locales que me hicieron sentir como en casa. La atención fue excepcional, pero noté que las habitaciones podrían ser un poco más espaciosas. Sin duda regresaré por esa experiencia extraordinaria.

Me gustó mucho la comida casera, sabía fresca y auténtica. La vista desde el comedor es maravillosa, perfecta para disfrutar mientras comes. Las habitaciones están decoradas con buen gusto y el ambiente es acogedor. Ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Regresaré sin duda. 🌼

Hostal Moliné es un lugar encantador. La localización en la montaña es ideal para desconectar. Nos encantó el jardín con las gallinas, y la vista desde el comedor es espectacular. La cena y el desayuno eran maravillas caseras. Además, la atención del personal fue muy amable y atenta, ¡realmente nos hicimos sentir en casa!

100% recomendable

El jardín tenía gallinas libres, muy encantador.

un lugar ideal para descansar rodeado de naturaleza y disfrutar de una cena casera auténtica y fresca que te hará sentir como en casa

El hostal tiene unas vistas impresionantes del valle y la cena que probamos fue deliciosa, con sabores auténticos y un toque casero que se notaba en cada bocado. Además, la atención de Joel fue excepcional, siempre amable y disponible para hacernos sentir cómodos. El ambiente tranquilo invita a relajarse y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.

Recomiendo para quienes buscan tranquilidad

El lugar es espectacular, como un remanso de paz, con una vista impresionante desde el comedor. Al estar en medio de las montañas, uno puede realmente relajarse y escuchar el canto de los pájaros mientras disfruta de una comida bien preparada.

No fue económico, pero no importa, la experiencia lo vale.

El lugar tiene un encanto especial, con habitaciones decoradas con esmero en un edificio de piedra. El ventanal del comedor ofrece una vista impresionante del valle, lo que hace que cada comida sea un momento único.

Aunque el ambiente y la comida son excepcionales, las habitaciones podrían sentirse un poco pequeñas y quizás no sean lo ideal para quienes buscan más espacio. La iluminación en algunas áreas es un poco tenue, lo que puede no ser del agrado de todos. Además, tener un jardín encantador es genial, pero podría necesitar más cuidado.

Disfruté de la tranquilidad y del valle desde el comedor. La comida era casera y con productos de la zona, algo que valoro mucho. Un sitio familiar, con un jardín encantador. Regresaré sin duda, especialmente porque el ambiente era perfecto para conectar con la naturaleza.

La habitación estaba bien decorada, pero me pareció un poco pequeña para lo que esperaba. La iluminación era algo tenue, lo que no ayudó a crear un ambiente más acogedor. Aun así, todo estaba limpio y el detalle en la decoración le daba un toque especial. Se nota que el lugar es nuevo y cuidado, pero si buscas espacio, puede que no sea ideal.

El lugar tiene un encanto especial, con un comedor que ofrece una vista maravillosa del valle. La comida es casera y utiliza productos locales, pero las habitaciones pueden sentirse un poco pequeñas para algunos. Aún así, es un sitio ideal para disfrutar de la tranquilidad en plena naturaleza.